lunes, 30 de julio de 2012

"EL PESO DE LA ORACION"

(Cuando sabemos dejar nuestra vida en manos de Dios.)
una mujer humilde vestida, con un rostro que reflejaba sufrimiento y derrota, entró a una tienda. Se acercó al dueño y abergonzada, le pregunto si podia llevarse algunas cosas a credito.
Con voz suave le explico que su esposo estaba muy enfermo y que no podia trabajar; tenian siete niños y necesitaan comida.
El dueño, inflexible, le pidió  que abandonara su tienda. Pero la mujer pensando en su familia continuó rogándole: ¡Por favor, señor! Se lo pagaré tan pronto como pueda.
El dueño se excusó diciendo que no podia darle credito ya que no tenia una cuenta de credito en su tienda. Cerca del mostrador se encontrabaun cliente que escuchó la conversación entre el dueño de la tienda y la mujer. El cliente se acercó y le dijo al dueño de la tienda que él se haria cargo de lo que la mujer necesitara para su familia, pero éste no le hizo caso.
se dirigió a la mujer y le preguntó: ¿ Tiene usted una lista de compras?
-Si señor, respondio ella.
Está bien, ponga su lista en la balanza y lo que pese su lista, se lo daré yo en comestibles.
La mujer titubeó por un moento y cabizbaja, buscó en su cartera un pedazo de papel y escribió en él.
Luego temerosa, puso el pedazo de papel en la balanza. Al hacerlo la balanza bajo de golpe, como si hubiera puesto sobre ella una roca o un pedazo de hierro. Los ojos del dueño y del cliente se llenaron de asombro. Tal como habia dicho, el dueño comenzó a poner comestibles al otro  lado de la balanza, pero ésta no se movia, así que continuó poniendo más y más comestibles, pero como la balanza nunca se igualaba, no aguantó más y agarró el pedazo depapel para ver si habia algun truco.
El dueño miró el papel y lo leyó asombrado. No era una lista de compras, era una oración que decia: "Señor, tú conoces todas mis ecesidades, dejo esta situación en tus manos".
El dueño de la tienda le dio a la mujer todos los comestibles que habia reunido y se quedó en silencio, mientras la mujer abandonaba la tienda.
"Solo Dios sabe cuanto pesa nuestra Oración"